

Mediante el proyecto de Ecoescuela se ha conseguido ahorrar papel, luz, calefacción, que el instituto esté más limpio, sobre todo el patio, que se hable del instituto en el pueblo, en el periódico, en la radio y que seamos un modelo de Ecoescuela a nivel de Andalucía.
El objetivo de este nuevo curso es conseguir la bandera verde, como ha añadido la profesora: “tenemos que cerrar las cuatro auditorias (energía, residuos, agua, entorno físico- humano) y conseguir códigos de conducta. Ser bandera verde para el instituto supone un orgullo porque es un reconocimiento a nivel internacional y nos conocerán fuera de Andalucía y de España, seremos un modelo de centro educativo que practica el desarrollo sostenido”.
Del instituto, Amparo indica que se deberían mejorar varias cosas como las calefacciones usando pellet, poniendo grifos con pulsador, aislamiento de ventanas. Además seguiría haciendo murales para humanizar, seguir insistiendo que no tiren cosas al suelo que para ello hay muchos puntos limpios.
Para ella supone muchísimo esfuerzo y trabajo formar una Ecoescuela, pero añade que "cuando te gusta lo que haces y sobretodo crees en ello, no supone tanto esfuerzo".
La actividad que menos suele gustar a los alumnos es recoger basura y la que más hacer jabón, pintar, pasarlo bien y que los alumnos aprendan buenas conductas ambientales.
La propia Amparo nos cuenta la importancia del programa: “haciendo Ecoescuela se ahorra mucho, sobre todo al hacerlo bien y que la gente lo entienda por el daño constante que le infligimos al planeta, con pequeñas acciones diarias y actuar de manera responsable con pequeños hechos como: apagar la luz al salir, cerrar el grifo cuando no se usa, separar los residuos de manera correcta y reciclar, respetando los lugares públicos, no malgastando papel…”
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